Reflexiones en letras negras

Muchos hablan en silencio, piensan en voz alta, algunos solos en voz…Torrente y logopedas a parte, hoy me siento delante de mi ordenador a reflexionar. He de reconocer que la calma y la pausa que da el silencio, el fresquito de la mañana y el trinar de algunos pajarillos allá por las ramas de los árboles de mi calle, hacen una sinfonía perfecta de sensaciones para que el climax para la escritura sea idílica. Cierto es, que tras leer lo escrito líneas más arriba, quedaba mucho más elegante eso de “cojo mi pluma, la introduzco en el tintero de las palabras y en un pergamino me dispongo a escribirte poemas”, pero no es la realidad, y no pretendo mentir y mucho menos en La Morada.

Tampoco tengo muy clara la extensión de este escrito, ni su temática, ni a dónde me llevarán mis propias palabras, ideas y pensamientos. Éstos últimos se pueden acelerar hacia un tema u otro, o hacia ninguno, cosa que me preocuparía ya que no tendría más remedio que dejar el post por dónde estuviera en ese momento…

Pocas cosas deambulan por mi mente en estos días, me aburren ciertas tertulias cofrades, con olor a tocino amarillento de pata de jamón y algún que otro píloro, no ando muy inmiscuido en esos temas ahora, será el calor, será la lejanía, la antipatía del abolengo existente…será.

 Mi equipo deambula por un desierto lleno de oasis que desaparecen cual arte de magia buscando técnicos, jugadores… Tacho la frase porque no me apetece seguir por ahí…

Codex Moradensis, vol.17

Llega como cada sábado Codex Moradensis. La revista semanal de La Morada…

Repleta de noticias curiosas y novedades que nadie se puede esperar…

No te lo pierdas y lee CODEX MORADENSIS

Yo, según Tú…

Esta historia que os traigo es más antigua que los pantalones de pana o los balcones de palo, como diría un antiguo profesor. El YO, es decir, mi personalidad a vista de otro pájaro…

Pues sí, el viejo pensamiento de lo que pensarás sobre mí, lleva unas semanas siendo motivo de conversaciones. Lo peor de todo es que me importa un carajo que no te guste como soy, porque soy como soy, auténtico, sin pensar en los que digan los demás para cambiar.

Quizás todos tengáis claro como sois, o quizás no. Es posible que sepáis los motivos de vuestra forma de ser o la educación recibida. En mi caso lo tengo clarísimo, muy asimilado y orgulloso del cambio, le pese al que le pese…