Archivo

Archivo del autor

Triana y su Velá, en mis recuerdos

¿Niños nos vamos a la Velá?

 

Cuánto añoro esta pregunta ¡sí la añoro porque yo tuve la gran suerte de haber nacido en esta parte del río, en este trozo bendito de tierra llamada “Triana”!

Cuando llegaba la Velá, nuestra feria, casi todos los chavales de Triana, raro era el que de una forma o de otra, no participaba de dicho acontecimiento.

Cuántas broncas nos llevábamos de nuestros padres por llevar la ropa mojada a casa y que descubrían nuestra presencia en el río.

Cuántas veces debajo mismo de la Capillita de la Virgen del Carmen y siempre, ojo avizor, nos quitábamos las camisas y las escondíamos mientras nos pegábamos un chapuzón en nuestro río.

Algunos más atrevidos nos subíamos al barco para intentar la gran aventura de coger la tan difícil bandera; otros se conformaban con pegarse un remojón lo más cercano posible al barco. Leer más…

Pobre de mi país

Tengo 57 años y soy nacido en Sevilla, concretamente en el barrio de Triana.

Por mi edad, no debo de asustarme  prácticamente de casi nada de lo que pueda pasar, acostumbrado desde niño a ver a los mendigos rebuscando en los pocos sitios donde hubiese alguna basura, porque aunque hemos adelantado mucho, afortunadamente, resulta que cuando yo era un chaval existía el  clásico “basurero”, que subía casa por casa recogiendo la basura que cada vecino  tuviera , y luego la depositaba en un carro que llevaba, tirado por un mulo, aunque resultaba poco higiénico y muy mal visto, teníamos la suerte de que los mendigos no podían hacer lo que tan de moda está ahora, rebuscar en los contenedores de  la  basura y sacar todo lo que les da la gana y el resto de lo que no les interesa dejarlo tirado en el suelo sin importarles un carajo.

Hasta para eso los “nativos mendigos sevillanos”, tenían más clase que estos señores venidos del Este y que además hasta eran un poco más limpios y ordenados. Leer más…

De la alegría al desencanto

Me llevé muchos años viendo como giraban y giraban las “escalecitas” de Pepe, en la calle Manuel Villalobos, junto al vulgarmente conocido Colegio de los Moros, viendo como padres  e hijos disfrutaban  cada día con sus vueltas llenas de música y de alegría, sobre todo los sábados  y los domingos. Desde el Arco de la Macarena hasta la barriada de Pino Montano, cuántos niños han pasado por dichas “escalecitas”, disfrutando de esos minutos de felicidad…

Pero desgraciadamente la alegría que  desprendían sus cientos de bombillas con sus juegos de colores, quedaron una madrugada maldita, apagadas para nunca más poder alumbrar esos “cacharritos” que tanta ilusión y alegría brindaron a esos pequeños “diablillos” nuestros que tanto disfrutaban de ellas.

Dicen que unos desaprensivos – ¡canallas sin escrúpulos!- que se creen más hombres cuando se toman un mucho de todo… decidieron sin más, cortar la ilusión de muchos niños y el noble trabajo de Pepe, hombre generoso y bueno que vivía entregado en cuerpo y alma a su Tiovivo, metiéndole fuego para luego, cobardemente, salir huyendo en el coche donde venían de alimentar su mala leche.

Seguramente esos “cabrones” nunca disfrutaron de algo tan bonito como poder montarse en un Tiovivo, posiblemente porque sus padres -¡tan cabrones como ellos!- pasaban olímpicamente  del  disfrute de sus hijos.

La pena  de todo el barrio y de sus alrededores, es que aparte de haber perdido algo tan querido para todos, es que los citados “cabrones” se pudieron escapar y no disfrutarán del castigo que se merecen.

Cuando con el tiempo pasemos por la plazoleta, donde hoy solo quedan hierros retorcidos por  culpa del fuego, recordaremos con pena que durante muchos años, hubo un Tiovivo que alegró con sus luces de fantasías, el corazón de muchos niños sevillanos.

Espigas Cofrades IV

Sabías que:

En la cartela central del frontal del canasto del paso de misterio de la hermandad de San Esteban, se inserta un pequeño expositor con reliquia de San Juan de Ribera cotitular de la cofradía, desde el año 1960.

 

En febrero de 1930 la hermandad de San Esteban adquiría a la cofradía del Cachorro por 7.000 pesetas el antiguo paso del Crucificado de la Expiración, estrenado en 1.889 y realizado en el taller de Olaya y Gobea. Los respiraderos los labró José Gil en 1.909. Posteriormente estas andas serían ampliadas por José Sanjuan en 1.939.

 

La primera saya que lució la nueva Dolorosa del Patrocinio, en damasco blanco y oro fue ejecutada en el taller de Caro, con dibujos de Álvarez Duarte.

 

Leer más…

Espigas Cofrades III

El año 1875, la hermandad del Gran Poder sacó sus pasos con ruedas para intentar sustituir a los costaleros, pero fue un autentico fracaso el intento.

La hechura del Cristo de la Sagrada Lanzada, fue la primera obra del escultor Antonio Illanes Rodríguez, que procesionó en la Semana Santa sevillana.

En la madrugada del domingo 27 de enero de 1946, el templo de San Roque fue profanado sacrílegamente, y entre otros valiosos objetos, desapareció la corona de la Virgen de Gracia y Esperanza, por lo que ese año no lució corona alguna sobre sus sienes, a pesar de los muchos ofrecimientos que recibió la hermandad.

El ruán, tela de algodón con cierto apresto y brillo empleada en la confección de túnicas de color negro, toma su nombre de la ciudad francesa famosa por la calidad de este tejido. Leer más…